Si hay algo que me llama la atención de los británicos es la facilidad que tienen para montar un club o una "real sociedad-asociación-fundación" sobre el tema que sea. Lo mismo les da que se trate de la "Sociedad sobre la floración del rosal enano de Madagascar", o la "Muy real asociación de las propiedades del ruibarbo", como de las dedicadas a sus grandes celebridades: pintores, políticos, escritores.
¿A qué viene esto? Pues viene a que hace unos días recibí la sugerencia de una amiga y seguidora (de las más fieles) que me propuso una nueva sección sobre la vida de escritores que superan incluso a sus novelas (algo que estoy "cocinando" en mi cabeza, a ver si un día sale adelante) y, mientras lo pensaba, me acordé de uno de los programas de Página2 que vi hace unas semanas, en el que se hablaba de Jane Austen y de la sociedad fundada en Gran Bretaña para conservar y difundir todo lo relacionado con esta escritora y su obra. Entrevistaron a una de las responsables, salieron imágenes de la casa donde vivió la familia, algunos de sus manuscritos, etc. Si le echáis un ojo a su página, podréis ver lo cuidadísima que está, la cantidad de aspectos que se tocan, el cariño con que se trata todo lo relacionado con la autora, su mundo, su obra.
Mi pregunta entonces fue: ¿Nosotros podríamos hacer algo así con nuestros autores? ¿Cuantas de estas sociedades, agrupaciones, clubes o como queramos llamarlo, existen en nuestro país? ¿No creéis que lo primero que diríamos de algo así es que es friki? Quizás sean los genes culturales diferentes, el clima plomizo que invita a crear clubes o los efectos de la cerveza caliente, vaya usted a saber, pero lo cierto es que no veo yo esa pasión por cuidar de nuestros clásicos.
Reconozco mi ignorancia sobre el tema, pero en una búsqueda rápida por Internet lo más que he encontrado han sido fundaciones de escritores, una fundación dedicada a Camilo José Cela y la Asociación de casas-museo, no mucho más. Si me equivoco en esto, que alguien me lo diga; no sabéis lo contenta que me iba a poner.
¿A qué viene esto? Pues viene a que hace unos días recibí la sugerencia de una amiga y seguidora (de las más fieles) que me propuso una nueva sección sobre la vida de escritores que superan incluso a sus novelas (algo que estoy "cocinando" en mi cabeza, a ver si un día sale adelante) y, mientras lo pensaba, me acordé de uno de los programas de Página2 que vi hace unas semanas, en el que se hablaba de Jane Austen y de la sociedad fundada en Gran Bretaña para conservar y difundir todo lo relacionado con esta escritora y su obra. Entrevistaron a una de las responsables, salieron imágenes de la casa donde vivió la familia, algunos de sus manuscritos, etc. Si le echáis un ojo a su página, podréis ver lo cuidadísima que está, la cantidad de aspectos que se tocan, el cariño con que se trata todo lo relacionado con la autora, su mundo, su obra.
Mi pregunta entonces fue: ¿Nosotros podríamos hacer algo así con nuestros autores? ¿Cuantas de estas sociedades, agrupaciones, clubes o como queramos llamarlo, existen en nuestro país? ¿No creéis que lo primero que diríamos de algo así es que es friki? Quizás sean los genes culturales diferentes, el clima plomizo que invita a crear clubes o los efectos de la cerveza caliente, vaya usted a saber, pero lo cierto es que no veo yo esa pasión por cuidar de nuestros clásicos.
Reconozco mi ignorancia sobre el tema, pero en una búsqueda rápida por Internet lo más que he encontrado han sido fundaciones de escritores, una fundación dedicada a Camilo José Cela y la Asociación de casas-museo, no mucho más. Si me equivoco en esto, que alguien me lo diga; no sabéis lo contenta que me iba a poner.
Tampoco se trata de imitar por imitar, pero si celebramos Hallowen como si hubiéramos nacido con una calabaza entre las manos, contando historias de terror y pintándonos la cara de moribundos, pues podríamos poner el mismo entusiasmo en imitar este amor por los clásicos que tienen nuestros vecinos anglosajones.
Un país con seis premios Nobel de Literatura en la mochila tiene material donde elegir. Si quieres terror, puedes leer las Leyendas de Becquer; si quieres amor, ahí está Fortunata y Jacinta, de Galdós, me río yo de los culebrones; si quieres fantasía, leete Alfanhuí, de Sánchez-Ferlosio; si lo que te gusta es el dramón, con La casa de Bernarda Alba vas bien servido; y así "hasta el infinito y más allá". No quiero ponerme sentenciosa, solo abrir un pequeño debate sobre el por qué de nuestra dejadez hacia nuestros clásicos. ¿Es nuestro programa educativo? Puede, pero no exclusivamente. Hemos visto hasta la saciedad versiones diferentes sobre obras de Shakespeare, Dickens o la propia Austen. ¿Cuantas hemos visto sobre obras de Galdós, Lope de Vega, Cervantes, Delibes, Zorrilla, Cela, o García Lorca? ¿No hay directores o actores capaces de llevarlas al cine o al teatro? No me lo creo. Pilar Miró lo hizo con El perro del Hortelano, y fue un éxito. Pero de eso hace tanto tiempo que nos parece la Prehistoria.
¿Qué pensáis vosotros del tema? ¿Quizás me he puesto demasiado dramática? Bueno, a veces, soy un poco dramática.