¿No me digáis que nunca os han entrado unas ganas horribles de sacar un boli rojo del bolso y corregir algunos carteles, anuncios o letreros de los que hay por la calle? ¿A que, en vuestra mente, enmendabais ese "se bende" del local de al lado, o aquel "los que hallan guardado cola" que os hizo rechinar los dientes? Por eso son mis héroes.
Fue tan agradable encontrármelos por Internet. Una pequeña mención en Twitter me los presentó y una búsqueda en Google me los dio a conocer. Pero es tan poco lo que he encontrado sobre ellos: un artículo en BBC Mundo, alguna que otra imagen con sus geniales correcciones, y poco más. Sin duda, son modestos.
Todo empezó en Quito: grafitis que llenaban los blancos muros de las calles amanecían corregidos convenientemente por estos "correctores anónimos" que demostraban lo bien que lucían si se escribían como se debe: ¡Qué bellas comas en rojo brillante!, ¡qué maravillosos acentos!, ¡qué estupendos tachones para borrar lo que no procede!, ¡qué envidia! De aquí, saltaron el charco y aparecieron en Madrid, corrigiendo al mismísimo ayuntamiento, porque no hay piedad contra la falta de ortografía. A ambos lados del Atlántico, Acción ortográfica Quito y Acción ortográfica Madrid, armados con el terrible espray rojo, reparten justicia y buena ortografía por las paredes de los dos continentes.
¡Ay! Qué profundo agradecimiento siento a estos correctores-vengadores que se han atrevido a hacer lo que yo llevo años deseando y solo practico con mi mente. Esas pintadas que veía desde las ventanillas del tren o el autobús y que me hacían sangrar los ojos, esos versos subliminales y esas frases justicieras que encontraba en mis paseos, y de los que solo recordaba las faltas y no el sentido, habían encontrado por fin quien les hiciera justicia.
Envueltos en un halo de misterio (me ha costado un mundo encontrar algo de información sobre ellos), ejercen su defensa del idioma siempre que pueden y nos animan a los demás a que les imitemos. Tanto en twiter (@AccionOQ Quito y @AccOrtografica Madrid) como en Facebook son los "héroes anónimos combatiendo el vandalismo ortográfico" y "dispuestos a ayudar con lo que sea: rotuladores, aerosoles, cinceles, y con bofetadas, si es preciso".
No digáis que no es un sueño.